martes, abril 06, 2004

Cine:

La Mala Educación.
Sin que llegue a tener el aliento poético y perfeccionista de Hable con ella, la nueva peli de Almodóvar posee la rara cualidad de hablar a un tiempo de una historia que nos es totalmente ajena y de hablar de nuestra historia. La de todos. Sin necesidad de ser travesti, cura, alumno de colagio religioso, henos ahí: un retrato de nuestra alma, alegre y desconfiada, destrozada por algún amor imposible y torturante. Mezquinos y altruistas, ahí estamos... y Gael, ángel femenino-masculino. Y Giménez Cacho: imponente mirada de desolación. Lástima que le sobre, a la peli, como siempre, una parte. Para mí, el pastiche final de la "realidad" (con un Lluis Homar de mirada bovina), está de más. Y lo mismo el personaje de Enrique, carente de entidad propia. Sólo sirve para dar paso a la historia, para que la historia se desarrolle, pero no expresa nada. Fele es pelele. En fin, la perfecciión no existe. Pero sí la belleza.

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